Archivo por años: 2012

«El poema triunfal» (1921), del peruano Luis H. Delgado

Emilio Quintana Pareja
Estocolmo, Suecia

El peruano Luis H. Delgado (Luis Humberto Delgado Coloma, 1899-1983) sólo tenía 20 años cuando ocupó el puesto de cónsul del Perú en Le Havre (Francia), donde publicó sus primeros folletos.

Estudió la primaria en el Colegio Salesiano de Piura y la secundaria en Lima. En 1919, sus padres que eran adinerados, lo mandaron a Francia donde siguió estudios universitarios en Ruán y en París. Prestó servicios en la legación peruana de Amberes, y de ahí pasó al Havre. A lo largo de su larga vida estuvo involucrado en la falsificación de documentos históricos y terminó sus días en prisión acusado de homicidio.

Aparte de colaboraciones en revistas españolas, como “A propósito de las “Cantilenas” de V. García Calderón”, en Cosmópolis (34, 10/1921, 156-159), Luis H. Delgado publica varios folletos estando en el Havre, de los cuales voy a rescatar uno: El poema triunfal (1921):

La función consular y diplomática en el Perú y el Consulado General en el Havre: estudio

    1. [Havre: XXe. Siècle, 1921?] 35 p. 22 cm. E

El poema triunfal

    1. [Le Havre: impr. du XXe. Siècle, 1921] 26 p. 22 cm. Con retrato del autor.

Preludios (cuentos y poemas)

    [Le Havre, 1921] 179 pp.

El poema triunfal lleva pie de imprenta en París 1921, pero se imprimió en la impr. du XXe. Siècle de Le Havre. Está fechado en París, octubre 1921.

En septiembre del año siguiente aparece una nota con tonos sarcásticos en la revista belga Lumiére (“Notes critiques”, III, 12, 15 septiembre 1922), lo que indica que el joven cónsul había dejado contactos en el mundo literario belga, tras su paso por el consulado de Amberes:

Dans une lettre imprimée que l´auteur a bien voulu ajouter pour notre édification, à son livre, nous apprenons qu´il a déjà reçu les félicitations de MM. Millerand et Léon Bérard. Qu´il soit félicité de ces félicitations! Après quoi il ne nous reste plus qu´à nous incliner devant ce poème, dédié à la France et à Dieu para surcroit. Ajoutons, dans notre humilité, que le papier est très bon et qu´à en juger par le cliché, l ´auteur à l´air d´un bon jeune homme pas plus bête qu´un autre.

Estamos ante un poema de tradición arielista, dedicado a cantar la victoria de la Francia latina en la Gran Guerra. Su motivo principal es la conversación del yo poético con un veterano de las guerras de 1870 debajo del Arco del Triunfo de París, donde se encontraba desde hacía un año la tumba al soldado desconocido.

El poema está escrito en pareados consonantes, lo que que le da un tono de prosaísmo peculiar. Lo transcribo íntegro:

DEO IGNOTO
Outre le souvenir des hommes et de peuples reconnaissants, je t´offre ma pensée dans ce poème d´amour.
Pour ceux d´Amérique et ceux d´Europe et pour tous les êtres habitant l´Univers, j´elève mon rêve d´espérance suprême vers l´Humanité que tu as liberée par l´épopée de ton grand sacrifice et de ta gloire.
J´entends sonner la cloche sainte qui annonce la découverte d´un nouvel avenir. Aussi, je vois pleurer les mères et les orphelins qui viennent avec les veuves vers le temple de l´Arc triomphal.
Ce cortège funèbre qui brise les coeurs humains, qui réunit les drapeaux, les fleurs et les clairons, m´inspire et m´enthousiasme. Il me semble voir ouvrir les portes du Paradis où la victoire a placé ton âme immortelle!
L. H. D.

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Cuando yo sepa que una nación puede vivir sin pan, entonces creeré que los franceses pueden vivir sin Gloria. Napoleón.

Desconocido Dios de la Epopeya
que al mundo coronó con su estrella,
yo vengo con mi pobre musa,
cuando ya rota está la escaramuza,
y el mundo se extiende en calma
como una grande palma,
a traerte mi canto hechicero,
mi canto muy sincero,
porque es hijo humilde de la raza
que tu recuerdo eternamente abraza.
Y sin título ninguno de grandeza,
alzo reverente mi cabeza
llena de fe y de entusiasmo ardiente,
porque yo sé que en este occidente
del inmortal París del mundo,
duerme un soldado de otro mundo,
el sueño libertado de la muerte.
El sueño feliz y hermoso de la suerte
que lo tomó en el campo ensangrentado,
como a un niño sin padre, abandonado
al azar de la victoria.
Y helo aquí: con tumba y gloria!

Mucho tiempo que a tu tumba abierta
vienen los pueblos que alerta
escuchan la canción eterna de la guerra
que te arrancó la vida de la tierra.
Y como grandes capitanes
quue saben destrozar los huracanes,
depositan a tu lado
el laurel inmaculado
que extraños y amigos
bendicen, sin que los enemigos
alcen su voz al cielo con palabras profanas,
pues serán castigados como las cortesanas.

Yo, amigo de la magna Epopeya
que al mundo coronó con su estrella,
he venido en tropel victorioso
a rendir el tributo más hermoso
que posible me sea rendir en la vida,
al soldado que encarna la luz encendida
sobre negros crespones de luto,
que la fuerza infernal de aquel Bruto,
vistió de llanto, de muerte y de ruínas,
como a un Dios coronado de espinas!

Primera parte

Era una mañana gris,
de esas mañanas del célebre París.
Yo iba pensativo y solo,
revestido del eterno dolo
que nos deja la vida,
cual dolorosa herida
en nuestra pobre alma
que nunca llega a reposar en calma.

Había cruzado grandes avenidas,
hermosas calles y plazas floridas,
hasta sentirme en les Champs Elysées,
donde mi mente pletórica de fe
se dirigía lentamente,
como esas caravanas de oriente,
a preguntar al primer hombre
en el camino, el nombre
y el misterio del soldado
que duerme embanderado
bajo el soberbio Arco triunfal
del noble París, déjà inmortal!

Y héme aquí, junto a un veterano
del setenta, que combatió al germano
en dos guerras feroces,
y aún siente los goces
de haber peleado y defendido el suelo
que la guerra vistió de negro duelo.
– ¿Qué hacéis aquí, Monsieur? – le digo.
¿A quién imploráis como mendigo,
si nadie hay en la mañana, que responda
a tu pesar y tu palabra honda?

– Sí, -me dice,- venid conmigo.
Y en fúnebre silencio, yo le sigo.
– Aquí reposa un soldado de Francia
que luchó con indómita constancia
en la guerra más grande que se ha visto
después de nuestro padre Jesucristo.
No tiene nombre, ni se sabe lo que fue en vida.
Entre todos los muertos de la patria querida,
él simboliza el amor de los franceses
que, con belgas, italianos e ingleses
y el socorro leal americano,
dieron el triunfo al Ideal humano.
Aquí a la tumba inmaculada y fría,
llegan los hombres llenos de alegría
a entonar la canción salvadora:
!salve, salve a la Patria, Señora!
Aquí los más humildes labradores
se hablan con sus amos y señores.
Los padres, los huérfanos y viudas
se entregan a él y a Dios, lejos de Judas.
Los grandes Mariscales de la Francia,
tributo rinden con mayor constancia.
Los presidentes de todas las naciones
hacen palpitar sus corazones.
Generales, sargentos y soldados,
se sienten ante esta tumba, libertados.
Y todo lo que es humano y es gloria,
se vuelve en este sitio una victoria
de flores, tambores y cornetas,
donde esclavos, enfermos y coquetas
entonan himnos santos,
al son de las fanfarias (sic) y los cantos
que dieron el triunfo de la guerra
a todos los pueblos de la tierra!

– Y bien, mi veterano: ¿de quién son esas flores,
y esas medallas de oro con grandes resplandores;
y esos quemados bronces que engalanan
el sepulcro bendito en que se hermanan
todas las primaveras,
como un gran ramillete de banderas?

– Son de todos; de Reyes y de obreros.
Cuando aquí vienen se quitan los sombreros,
y con la mano al pecho y la mirada al cielo,
piden al dios del suelo,
un milagro de paz en el futuro,
que pague su martirio duro.
Y a la vez dejan una ofrenda
que no es un recuerdo ni una prenda.
Es el óbolo sagrado
que le trae el Mundo libertado!

– Ah! mi veterano: ¿es él quién libertó al Mundo?
– Sí, la Humanidad le dio su amor profundo,
y con tal garantía luchó en Verdún, venció en la Marne.
Se olvidó que era hombre e inmoló su carne
en la trinchera; su ideal estaba hecho:
vencer o morir, escrito al pecho
llevaba durante cuatro años de carrera,
sin que su voz de victoria enmudeciera.
Y al fin y al cabo, la muralla enemiga
se partió lo mismo que una viga,
y el Imperio Alemán hecho mil trizas,
resucitó a la Francia hecha cenizas!

Loor cantaron los aliados,
y uno de esos soldados
que a tanto pelear en las batallas
y haberlas ganado en las murallas;
se ofreció en holocausto a la muerte,
porque más grande que su vida era la suerte
de la posteridad por quien luchaba;
está aquí, traído por quienes él peleaba;
coronado de laureles y de glorias
inmortales como todas sus victorias!

Segunda parte

El cielo se había despejado,
y el gran veterano emocionado
fijaba sus ojos en el Arco
triunfal, que como a Marco
Aurelio, elevaron los romanos
cuando el triunfo derrotó a los marcomanos.

– Este es el Arco, la histórica reliquia,
que igual que una campana que repica
en las horas de dolor o de fiesta,
guarda la roja cresta
del poilu francés, que mientras vive
lucha y con la sangre escribe
la epopeya de su vida gloriosa,
perla de Europa más preciosa.

Por él desfilaron en revista
los ejércitos más grandes, a la vista
de Reyes y Jefes de Estado
que arengaban desde su estrado
a los capitanes vencedores
sobre todos los Emperadores.

Napoleón el Grande no le dio más gloria
que la escrita ahora en la nueva historia.
La espada más rica del viejo Toledo
como en Zaragoza brilló con su credo.
No fue el sol de César, color de diamante,
ni del real Cervantes, y el divino Dante,
quienes empañaron este Arco de los Andes,
con un sol más rojo que del mismo Flandes!

No fueron los soldados de ningún Imperio,
ni los mismos indios en su cautiverio;
ni los legionarios y libertadores
de la noble América de los ruiseñores,
los que superaron el Arco triunfal
de este gran París inmortal!

Todos aquí vienen como peregrinos,
remontando mares, rompiendo caminos,
a admirar el Arco que no existe en Roma,
en Grecia ni España, cuyo sol se asoma
como una pirámide de gloria,
donde todos tienen parte en la Victoria!

Y este amor humano que le ha dado el Mundo,
no se enferma nunca, ni está moribundo.
La Francia pelea, gana o decrece,
y el amor a Francia nunca se envejece!

Tercera parte

El pobre viejo cerró sus labios y levantó la mano
acordándose que era un veterano.
Lo vi pasar estoico y pensativo,
con su pipa en la boca como un padre cautivo.
Iba meditabundo y solitario
por las calles del pueblo centenario.
Llegó a los bordes del caudaloso Sena
y se sentó a llorar como un alma en pena.
A ratos miraba la cúpula dorada
donde el Rey de Austerlitz ocupa su morada.
De figura sabia para los poetas,
parecía reunir a todos los Gambettas
de la Francia, que con el grito
del bravo Victor Hugo, se alzó al infinito.
Digno cuadro de Virgilio y de Lucrecio,
cuyas estrofas jamás tuvieron precio.
Ah!, figura veterana de mil escenas,
que supiste romper dos mil cadenas.
Que te alzaste con gran naturaleza,
como el verbo de Homero en su cabeza,
y en los himnos de Rostand te incrustaste,
cual la Patria que tú liberaste!

La pipa se apagó, y el viejo soldado conmovido,
había por Dios, ya sucumbido.
Me acerqué a él: estaba frío.
Su tumba me parecía ser el río.
Su voz no se alzaba con enseña:
estaba muerta como la negra peña.
Busqué en sus bolsillos algún recuerdo amado
de aquel que en el Arco coronado
me diera una lección de Historia.
Hijo predilecto de la Gloria,
nada podía darme, nada tenía:
los héroes anónimos solo dan alegría!

Yo, que estaba triste, me llené de contento.
Tomé la negra pipa, recuerdo y sentimiento,
y fui a perderme en el París del mundo,
con mi humilde tesoro guardado muy profundo.

Nada sé desde entonces,
y cuando siento repicar los bronces
corro a pedir al cielo
el eterno descanso de mi abuelo:
!Salve, salve a mi Raza
que a la América y a la Europa abraza!
!Salve, salve en buena hora,
a la Raza Latina, señora!

PARIS, Octubre, 1921.

El pintor sueco Dick Beer (1893-1938) y la Gran Guerra

Emilio Quintana
Estocolmo, Suecia

Dick Beer (1893-1938) [a la izquierda el dibujo que le hizo Modigliani en París, 1919] fue un pintor sueco nacido en Londres que desarrolló una obra ecléctica, entre el impresionismo, el cézannismo, el cubismo y una vuelta al orden final.

En el verano de 2012 se puede visitar una selección de 50 obras suyas en el Millesgården de Lidingö, en Estocolmo.

Cuando estalla la Gran Guerra, Beer (de carácter aventurero) decide alistarse como voluntario en la Legión Extranjera francesa, como hicieron cientos de artistas extranjeros que estaban en París. La mayoría dejó la vida en los campos de batalla, muchos otros quedaron marcados de por vida con todo tipo de problemas físicos y psíquicos.

Temiendo no ser aceptado, al haber nacido en Inglaterra, pasa a Suiza y se presenta en la oficina de reclutamiento como el ciudadano suizo Herman Beer.

Uno de sus grandes amigos, el pintor italiano Gabriele Varese, se alistó también en la Legión Extranjera. Beer lo pintó en 1919 vestido de uniforme, leyendo una carta [imagen izquierda]. En la muestra del Millesgården he visto también un bosquejo y la fotografía original tomada en las trincheras, que dio lugar al cuadro.

El 25 de septiembre de 1915 en los campos de Souain, le explota una granada que lo deja medio sordo, herido de gravedad en la cabeza (como luego le pasará a Apollinaire), y con graves secuelas físicas (un dolor intenso que intentó combatir a base de morfina) y psíquicas (un profundo desorden nervioso que fue in crescendo a lo largo de su vida).

Tras el ataque con granadas, Dick Beer permaneció convaleciente en el Château de Rochefort (octubre-diciembre 1915), donde conoció a Fernand Léger, que estaba también como paciente.

En 1916 trabaja como asistente de enfermería en una ambulancia militar, lo que le permite ver la vida hospitalaria desde otro punto de vista.

Durante su etapa de soldado fue promovido a «soldat 1ère classe» y recibió la «Médaille commémorative Française de la Grande Guerre». Recibe la licencia del servicio en mayo de 1916, que se hace definitiva en diciembre.

Obra

Como soldado, Dick Beer pintó sobre todo paisajes con una paleta clara y variada de colores pastel.

A la derecha tenemos «Hindúes de camino al frente» (1915).

En 1916 expone sus pinturas del viaje por España y el Norte de Africa (1914) en Estocolmo (Varias konstsalong) y Gotemburgo (Valang).

También son de esta época sus naturalezas muertas con flores.

Entre ellas destaca “Blommor II” (“Flores II”, 1915).

Aparentemente, se trata de un jarrón de flores al uso, pero que sólo contiene flores venenosas: amapolas, delfinias, digitales, trollius…, en referencia simbólica a los padecimientos que la guerra le había traído consigo.

No man´s land

Julio Martínez Mesanza
Poeta

[En tierra de nadie]

Estar en tierra de nadie, en el sentido, por ejemplo, de ser neutral, ¿qué mérito tiene frente a la realidad de adentrarse en ella bajo el fuego de las ametralladoras? Es una metáfora destinada a perder su capacidad de evocación en cualquier contexto. Designará siempre el espacio que separa dos fuerzas en conflicto, pero poco más, y correrá siempre el riesgo de ser banal. No hay verdadera tierra de nadie fuera de la guerra, porque tampoco se trata finalmente de un asunto de posesión, de que sea tuya o suya: es no man’s porque el hombre no puede estar en ella sin dejar de ser. Puede pasar por ella, pero no permanecer en ella y sobrevivir.

De : http://jmm1914.blogspot.se/2012/02/no-mans-land.html

La Gran Guerra y la literatura escandinava: Dinamarca

Emilio Quintana
Estocolmo, Suecia

Per Krogh: Per Krogh: "La granada" (1916)

Dinamarca

Durante la Gran Guerra y durante el período posbélico, Copenhague fue un lugar de encuentro entre artistas y tendencias del continente y Escandinavia. La vanguardia de Copenhague escribe en la revista Klingen (1917-1929), más escorada hacia las artes plásticas. En Klingen se publican los primeros poemas visuales en danés.

Dinamarca no participó en la Gran Guerra («Du Puslingland, som hygger dig i Smug, / mens hele Verden brænder om din Vugge» («Tú Puslinglandia, que disfrutas agazapada / mientras el mundo arde en sus cimientos», escribió el poeta Jeppe Aakjaers, 1916), pero en 1917 había intensos rumores de una posible invasión de Alemania.

Sin embargo, la guerra fue un marco de referencia para toda la producción artística danesa. El «kaotiske Tid» («tiempo caótico») de que hablaba el pintor Mogens Lorentzen en el periódico Politiken con motivo de la exposición Kunstneres Efterårsudstilling (1917).

Aunque Dinamarca no participó en la Gran Guerra, se veía influida por las corrientes artísticas de Europa, donde los artistas cada vez se expresó basado en experiencias concretas de la guerra. En Dinamarca, la experiencia de la guerra que no se dice directamente, pero que se ven afectados por las nuevas tendencias artísticas y estados de ánimo en Europa, pero el arte de hacerse más expresiva en una especie de prueba de nuevas estéticas y formas. .

«Som en vældig Falanx rykker den „nye Kunst“ frem: Franskmænd, Russere, Tyskere, Skandinaver, Polak- ker, Spaniere, alle Landes Kunstnere er paa March» («Las falanges artísticas del «arte nuevo» avanzan en todos los países durante este marzo»). Esta imagen del ceramista danés Axel Salto (1917) incide en la internacionalización del arte y en el concepto paralelo de vanguardia militar y artística.

Esto afecta a la percepción de la realidad a través del arte, ya que provoca una pérdida de sentido de las cosas, un desencanto frente al progreso y frente a la realidad, que se expresa en la forma y en el contenido artísticos. Poetas daneses como Rudolph Broby-Johansen y Emil Bønnelycke cambian su forma de escribir ante las nuevas realidades que destruyen las convenciones de su mundo anterior. En la prosa «Los espartanos» (1919) de Bønnelycke el uso de la repetición en forma de letanía contribuye a subrayar el sisentido y la sensación de pérdida del individuo que queda como una pieza de ajedrez movida por el azar de la alta política y de los intereses industriales (cisnismo y deshumanización).

La Europa anterior a la Gran Guerra se considera el período más desarrollado de la Historia de la Humanidad en términos culturales, éticos y científicos. La pesadilla de una generación de jóvenes europeos pudriéndose en el barro de las trincheras gracias al desarrollo científico de armas como los gases asfixiantes, destruye la percepción de una realidad que va por su camino hacia el perfeccionamiento cultural.

En torno a la guerra (1915-1922) hicieron su début los poetas de la nueva generación de vanguardia danesa:

    Fredrik Nygaard

Debuta en 1915 con Første Digte (1915).

Publica tres cuadernos de poemas escritos en verso libre, con impresiones de viaje recogidas por toda Europa.

Su poesía se acerca, en este sentido, a la de Blaise Cendrars.

    Hans Hartvig Seedorff

Debuta con Vinløv og Vedbend (1916),

    Emil Bønnelycke (1893-1953)

Debuta con Ild og Ungdom (1917). Publica Asfaltens sange («Canciones del asfalto», 1918) en clave futurista, como homenaje al mundo moderno y al manifiesto de Marinetti, que había estudiado antes de la guerra con su amigo Tom Kristensen 1. En febrero de 1919 acompañó con un golpe de pistola la lectura de la prosa poética «Rosa Luxembourg», que dedicó al asesino de la revolucionaria, lo que se convirtió en un evento mediático futurista. Esto creó tendencia por lo que fue respondido en alguna ocasión con tiros también de alguien entre el público.

    Otto Gelsted

Debuta con con De evige Ting.

    Rudolf Broby-Johansen

Tematiza el inconsciente animal en su poema «Soldados por lo que amamos», donde los soldados se transforman en animales mientras violan a una joven. Blod (1922).

    Tom Kristensen

Debuta con Fribytterdrømme (1920).

    Harald Landt Momberg

Debuta con Parole.

3 poemas destacables:

  • Emil Bønnelycke: Spartanerne («Los espartanos», 1919) – uddrag 109-114, in ”Samlerens antologi af nordisk litteratur 9 -1918-1940”, Samlerens forlag, 1979
  • Tom Kristensen: ”Det blomstrende slagsma?l” («El sueño del pirata», Fribytterdrømme, 1920)
  • Rudolf Broby-Johansen: ”Stridsmænd for det vi elsker” («Soldados por lo que amamos», Blod, 1922)

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  • Georg Brandes: Verdenskrigen, 1916
  • Tom Kristensen: ”Den unge lyrik og dens krise”, 1925.

Una lectura histórico-literario de textos que traten sobre las armas químicas en la Gran Guerra es de gran interés. Hablamos sobre todo del gas de cloro (de color amarillento, que destruye el tejido pulmonar por inhalación) y del gas mostaza (un líquido incoloro con olor a mostaza que penetra a través de la piel, y mata las células a corto plazo, desarrollando cáncer a medio plazo).

La Gran Guerra tuvo una inmensa influencia cultural en todos los órdenes de la realidad. El uso de productos y nuevas armas químicas (cloro, pero especialmente los gases venenosos, como el «gas mostaza») cambió en cierto modo la percepción de la realidad en el arte europeo. Las armas químicas están presentes en la literatura de la guerra -en la novela de Erich Maria Remarque, Sin novedad en el frente (1929), en los poemas de los «war ports» ingleses-, y también en la poesía escandinava. Durante la Gran Guerra se usaban granadas para dispersar los gases en dirección a las trincheras enemigas. Era imposible escapar a la muerte, que era violenta y dolorosa. Los gases fueron producidos en grandes cantidades por varias empresas alemanas como BASF, Hoechst y Bayer. Alemania era el país puntero desde principios del siglo XX en el campo de la Química, así como en la fabricación de medicamentos. La Gran Guerra fue la primera vez en que la industria química se puso al servicio del crimen a gran escala.

  1. Destacaría en este libro «Sang till de Draebte» («Canto a los asesinados», pp. 13-18): Pero vuestra muerte os reivindica, afortunados, que muristeis antes de saber por qué… Cuando érais combatientes teníais la idea del honor, y el honor es el vuestro, Alemanes, Franceses, Austriacos, Rusos, Ingleses y Americanos … Beatos nosotros, que hemos escuchado el latir de vuestro corazón y hemos percibido la fidelidad en él, vuestro amor por la vida; porque nos habéis enseñado a vivir»

La Gran Guerra y la literatura escandinava: Suecia

Emilio Quintana Pareja
Estocolmo, Suecia

Henry Parland
Dentro del movimiento moderno sueco-finlandés, hay un poema de Henry Parland (1908-1930), escrito durante su estancia en Lituania (1929-1930):

    Fuera de la tumba del soldado
    desconocido en Kaunas
    ,
    entre judíos alemanes lituanos
    y otra vez judíos
    me inunda el patriotismo
    cuando la electricidad se inflama
    en la cruz de la tumba
    y todos los judíos descubren sus cabezas
    al himno nacional.

Este poema se recoge en su poesía completa (recogida póstumamente por Oscar Parland, Gunnar Björling, Elmer Diktonius y Rabbe Enckell, bajo el título de Återsken, «Reminiscencias», Helsingfors, Soderström, 1932).

Bibliografía sueca seleccionada

  • Asplund, Karl: Hjältarna. Tolv ballader («Héroes. Doce baladas»). Stockholm, Dahlbergs Förlags A.-B., 1919. 90 pp.
  • 12 baladas: «Värjan» – «Immelmann – «Maskingeväret» – «På Sjukhuset» – «Reims» – «Hjältarna» – «Legionen från Thebe» – «Desertören» – «Julnatten» – «Millionerna» – «Quand meme» – «Värdsträdet».

  • Berg, Bengt: Där kriget rasar. Skisser från kampen i Öster («En el campo de batalla. Bosquejos de la guerra en el frente este»). Stockholm, Nordiska Förlaget, 1917. 174 pp.
  • Berg (1885-1967) era un zoólogo de Kalmar. El libro alcanzó un gran éxito, ya que tengo la 11 edición, de 1917. Se publica en la colección barata («95 öres bocker av berömda författare», nr. 42) de la Nordiska Förlaget.

  • Bergson, Henri: Krigets betydelse («La importancia de la guerra»). Stockholm, Wahlström & Widstrand, 1915. Portr + 63 pp. Introducción y traducción al sueco de Algot Ruhe.
  • Algot Ruhe era un especialista en Bergson que estaba traduciendo para esta editorial las obras completas del francés. En el prólogo explica los motivos para recoger estos 6 trabajos de Bergson sobre la guerra: «Kriget mellan liv och materia» – «Den kraft som förbrukas och den som icke förgås» – Krigets betydelse – Hyllning till konung Albert och belgiska folket» – «Kriget och det internationella kulturarbetet» – «Morgondagens Frankrike».

  • Bjerre, Poul: Krigsbetraktelser («Reflexiones sobre la guerra»). 1915. 80 pp.
  • Poul Bjerre (Göteborg, 1876-1964). Psiquiatra que introdujo el psicoanálisis freudiano en Suecia (1911). Posteriormente se acercó más a la hipnosis y a Carl Jung. Es autor de Död och Förnyelse («Muerte y renovación») sobre los ciclos psíquicos de muerte y resurrección. «Bjerre believed that the workings of the conscious mind were more important than those of the unconscious, and felt that Freud placed too much emphasis on an individual’s sex life. He believed that it was important for the psychiatrist to «be human», and to view and treat his patient in an holistic manner».
    En este libro trata de dos temas: 1. Por qué Alemania debe ganar la guerra, pero no va a ganarla. 2. La neutralidad como esfuerzo activo. Bjerre era germanófilo, pero estaba en contra de los métodos bárbaros usados por Alemania en la guerra.

  • Cederschiöld, Gunnar: I väntan på segern («A la espera de la victoria»). Lund, C. W. K. Gleerups Förlag, 1915.
  • Gunnar (Västerstad, 1887-Jönköping, 1949) fue un artista y escritor perteneciente a la familia Gavelius (Cederschiöld, Cederschjöld), vinculada a Gävle por sus orígenes nobles. La guerra lo pilla en París, estudiando arte, y se hace conocido gracias a los artículos que mandaba a la prensa sueca, ilustrados con sus propios dibujos, hechos sobre el terreno. Con estos textos y dibujos se hicieron los 2 libros a los que hago referencia aquí.

  • Cederschiöld, Gunnar: Krig och Hem. Karaktärer, interiörer och äventyr från Frankrike och England («Guerra y Hogar. Personajes, interiores y aventuras desde Francia e Inglaterra»). Lund, C. W. K. Gleerups Förlag, 1916.
  • Dedicado a «Till Mina svenska vänner i framlingslegionem» («A mis amigos de la Legión Extranjera»). Son 19 capítulos con ilustraciones.

  • Hedin, Sven: Kriget mot Ryssland. Minnen från fronten i öster mars-augusti 1915. 964 pp.
  • Libro ricamente ilustrado con dibujos y fotografías. Mapas. Hedin (Estocolmo, 1865-1952) fue un viajero y aventurero sueco. Escribió muchos libros al respecto.

  • Hemmer, Jarl: Ett land i kamp («Un país en lucha»). Helsingfors, Söderström & C:o Förlagsaktiebolag, 1918.
  • Diez poemas de Jarl Hemmer sobre la guerra: «Farväl till idyllen» – «Det ruttnar» – «Fullbordat» – «Den 5. februari 1918» – «Det värsta» – «Det röda idealet» – «Sverige» – «De vitas sång» – «Hymn» – «De fallna».

  • Immelmann, Max: Mina Upplevelser som stridsflygare («Mi experiencia como piloto de guerra»). 1917. Portr + 174 pp.
  • Con muchas ilustraciones aéreas.

  • Marén, Nils G.: Svältgränsens Folk («Pueblos en los límites del hambre»). Uppsala, Lindblad, 1919. 127 pp.
  • Trata las consecuencias de la guerra en las poblaciones de Austria, Alemania, Polonia e Inglaterra. Hace un llamamiento para que se los ayude. Marén era un médico de Uppsala.

  • Mücke, Hellmuth von: Ayesha. Gebers, 1915, 127 pp.
  • La aventura de un militar alemán que huyó de las islas Keeling, tras ser hundido su fragata «Emden».

  • [Ohlsson, Erik, 1873-1934] «A Swede»: The Achivements of the Zeppelins, by a Swede. London, T. Fisher Unwin, [1916], 16 pp.
  • El autor que firma como «a Swede» no es conocido con certeza, si bien la crítica se decanta por identificarlo con Erik Ohlsson (1873-1934), un magnate naviero sueco que tenía su base en Hull (Inglaterra) hacia 1902. Con este seudónimo publicó varios panfletos anglófilos, con la idea de convencer a sus compatriotas de que entraran en la Gran Guerra al alado de los aliados. Debido a esta labor, con su propio nombre o con seudónimos, fue nombrado caballero en 1915 y recibió la baronía de Scarborough. Este folleto de 16 páginas lleva una foto. Describe la reciente visita del autor a Liverpool y Manchester, ciudades de las que se había dicho que habían sido severamente dañadas por los zepelines alemanes. Al no encontrar trazas de los bombardeos concluye que se trata de propaganda alemana, que exagera la potencia aérea sobre las islas. El texto fue reproducido también en el Stockholm Dagblad de Estocolmo el 19 de marzo de 1916.

  • Ruin, Hans: Krigets anslete («El conflicto bélico»). Helsingfors, Holger Schildts Förlagsaktiebolag, 1919, 157 pp.
  • Ex-libris de Rune Dalslycke.
    Capítulos: «Kriget» – «Det korsfästa Tyskland» – «Dem gamla frågan» – «Den nya människan».

  • [Ulrich, Arvid, 1870-1918]: Kriget och Kristendomen («La guerra y el cristianismo»). En dialog av Svante Sture. Linkoln Bloms, 1914, 20 pp.
  • Folleto del legendario alcalde bibliófilo de Säter.

  • Westerlund, Robert (Hadar Handske): Skall kulturen eller barbariet segra? En fråga besvarad av Hadar Handske («¿Ganará la cultura o la barbarie? Una pregunta contestada por Harald Handske»). Stockholm, Hallins, 1916, 52 p.
  • Folleto de Robert Westerlund publicado bajo el seudónimo de Hadar Handske. Uno más de los numerosos panfletos suecos que miraban la Gran Guerra con una deportiva distancia. Perspectiva de izquierdas a favor de los aliados.

  • Westerlund, Robert (Hadar Handske): Vem har rätt? («¿Quién tiene razón?»). Stockholm : Åhlén & Åkerlund, 1916, 59 p.
  • Otro folleto de Westerlund bajo el seudónimo de H. Handske.

  • Westerlund, Robert (Hadar Handske): Engelska varningar före världskriget («Advertencias inglesas antes de la Gran Guerra»). Stockholm : Åhlén & Åkerlund, 1917, 111 p.
  • Otro folleto de Westerlund bajo el seudónimo de H. Handske.

  • Westerlund, Robert (Hadar Handske): Världskrigets förhistoria enligt engelsk framställning («Los comienzos de la Gran Guerra según los ingleses»). Stockholm : Dahlberg, 1917, 58 p.
  • Folleto de Westerlund bajo el seudónimo de H. Handske.

  • Österling, Anders: Sånger i krig («Canciones sobre la guerra»). Stockholm, Anders Bonniers Förlag, 1917, 34 pp.
  • El libro de poemas sueco más significativo en relación con la Gran Guerra. Poemas: «Kriget» – «Europas vår» – «Skördesång» – «Karons båt» – «Spöksyn» – «En tidsdikt» – «Soldaterna».

De gran interés también la obra de Karl Gustav Ossiannilsson (1875-1970), Bertil Malmberg (1889-1958), Ture Nerman o Elin Wagner 1.

La introducción de la vanguardia en Suecia se hace a través de autores aislados (revista Flamman (1917-1919) de Georg Pauli, etc.)

Pär Lagerkvist (1891-1974)

Pär lagerkvist publica en 1913 el panfleto Ordkonst och Bildkonst («Arte de las palabras, arte de las imagenes. De la decadencia de la literatura moderna y de la vitalidad del arte moderno», 1913). Habia estado en Paris y allí habia entrado en contacto con el circulo de Gertrude Stein, Picasso y Apollinaire.

En su ensayo se interesa, como posteriormente haría Gelsted, sobre todo en el cubismo, pero no descuida las alusiones al expresionismo. Los dos «ismos» representan para él la renovacion intelectual (cubismo) y la renovación emocional (expresionismo) del hombre nuevo. Con el futurismo guarda las distancias.

Sin embargo, a pesar de su interés por el arte puro del cubismo («cubismo», «arte puro», «abstracción pura», «concreción pura», le da varios nombres), sus dos primeros libros de poemas son de un carácter marcadamente expresionista: Motiv (1914) y Angest (1915). Estos poemas espresan la angustia existencial desesperada del hombre ante un mundo nuevo, puro, desnudo, ante el poder y el milagro de un mundo mecanizado.

Lagerkvist no funda ningún movimiento de vanguardia en Suecia. De hecho, vive durante diez años fundamentalmente en Copenhague, casado con una mujer damesa, en contacto con los círculos culturales de la capital de Dinamarca. Porque Copenhague era la ventana de Escandinavia a Europa, una ciudad abierta a la que llegaban siempre antes los movimientos de vanguardia europeos.

Spektrum

En los años 20, es significativa la figura Birger Sjöberg con Kriser och kransar («Crisis y coronas de laurel», 1926), con poemas en los que se produce una intensa concentración de imágenes. Sin embargo, Sjöberg es, a la vez, fruto de un cierto provincianismo de la prensa y los círculos artísticos suecos.

Será después cuando el grupo Spektrum y el poeta Artur Lundkvist introduzcan la vanguardia modernista en todo su peso intelectual. Los maestros serán Whitman y Eliot. Los dos libros de Lundkvist son Glod (Ardor, 1928) y Naket liv (Vida desnuda, 1929), así como la antología de su generación Fem unge («Cinco jóvenes», 1929).